Si los mitos se escribieran hoy: Los ojos de Ceres.
Los ojos de Ceres
Érase una vez, un momento muy remoto no había alimentos y todo era desértico.
Sólo existían los Dioses quienes habitaban en un lugar especial, fuera del mundo
terrenal. De repente el “Dios supremo” decidió facultar de vida aquel lugar
inhóspito y con la arena del desierto formó al hombre, a quien bautizó como
Kerwan. Sin embargo, él debía darle un propósito de vida a aquel ser para que
se convirtieran en alguien responsable y por tanto confiable. Por eso, decidió
llamar a la Diosa Ceres, quien tenía unos ojos encantadores de color azul, los
cuales reflejaban el mismo color que el mar, que en ese momento no había sido
creado.
Cuando
Ceres bajó al mundo terrenal, vio en Kerwan un ser noble y se enamoró de él. Lo
mismo ocurrió con aquel mortal, quien quedó atrapado por el encanto de la
mirada de Ceres. Sin embargo, El Dios supremo vio con malos ojos este hecho, y
por ende decidió castigar a Kerwan y lo condenó a padecer hambre por el resto
de sus días: debía conseguir la forma de alimentarse para no perecer, y a Ceres
la condenó a no volver a ver a aquel hombre y le arrancó los ojos. Los llevó a
un lugar muy remoto donde nadie los encontrara.
Gracias
a la intervención de los otros Dioses, se pudo rescatar apenas el azul de la
mirada de Ceres, convirtiéndola en el agua, necesaria para que brotaran de los
suelos las plantas, que surgieran los frutos y así el hombre lograra conseguir
los alimentos necesarios para poder mantenerse con vida.
Ceres perdió la vista, pero Kerwan en época de cosecha siempre le agradece y la recuerda levantando una espiga de trigo hacia el firmamento. Esto sirve para que el brillo de los ojos raptados de Ceres no se apague.
Así es como la imaginación explica el origen de dos misteriosos puntos brillantes, descubiertos en 2015 por la
sonda Down sobre el cráter Occator, del planeta enano Ceres. Estos puntos hacen
parte de un centenar de puntos descubiertos sobre la superficie de este cuerpo
astronómico y su peculiar brillo se puede deber a evidencias de sublimación de
agua helada, lo cual provoca nubes de bruma de hielo y partículas de polvo, las
cuales aparecen y desaparecen de manera diurna.
Este y otros relatos, los encuentran en @astrocuentosbienconta2
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