El coloso atrapado Érase una época en la que todo era caos. Reinaba la anarquía en el templo sideral, un lugar especial donde habitaban en armonía Dioses, humanos y criaturas. Desafortunadamente las criaturas se habían tomado el poder, derrocando al "supremo Ser" creador del templo sideral. Esta deidad tenía puesta su confianza en Zuhal, el único hijo que había podido engendrar con una humana llamada Pan, pero que había tenido que desterrar por petición de los otros Dioses, ya que no era bien vista esa relación. Zuhal era atemperado, paciente, pero cuando era necesario, aguerrido y de un tamaño descomunal. Lo apodaban "el coloso". En uno de sus sueños, el Ser supremo se le apareció para pedirle ayuda y a cambio, salvaría a los humanos, legión a la que pertenecía su madre. Al principio se negó, pues claramente estaba enfadado, pero con el "pasar del tiempo" entendió su virtud, fue paciente y cedió. En su lucha, debió reunir a los 11 guerreros más f
Los ojos de Ceres Érase una vez, un momento muy remoto no había alimentos y todo era desértico. Sólo existían los Dioses quienes habitaban en un lugar especial, fuera del mundo terrenal. De repente el “Dios supremo” decidió facultar de vida aquel lugar inhóspito y con la arena del desierto formó al hombre, a quien bautizó como Kerwan. Sin embargo, él debía darle un propósito de vida a aquel ser para que se convirtieran en alguien responsable y por tanto confiable. Por eso, decidió llamar a la Diosa Ceres, quien tenía unos ojos encantadores de color azul, los cuales reflejaban el mismo color que el mar, que en ese momento no había sido creado. Cuando Ceres bajó al mundo terrenal, vio en Kerwan un ser noble y se enamoró de él. Lo mismo ocurrió con aquel mortal, quien quedó atrapado por el encanto de la mirada de Ceres. Sin embargo, El Dios supremo vio con malos ojos este hecho, y por ende decidió castigar a Kerwan y lo condenó a padecer hambre por el resto de sus días: debía conse
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